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felicidad laboral

Worky Be Happy

Hace años, tras la revolución industrial, la felicidad en el trabajo parecía una utopía, algo casi transparente sólo reservado para unos pocos elegidos. Por suerte, los tiempos cambian y la felicidad laboral es, a día de hoy, uno de los inputs más exigidos al entrar en una nueva empresa. Quizá, con la crisis que nos ha azotado, este concepto se ha difuminado, pero, sin duda, será la clave para que las empresas, jóvenes y consolidadas, cumplan con sus objetivos. Más allá de para la retención del talento (tema del que hablaremos en un futuro), si eres empresario, te vendrá bien tener claros estos cinco consejos para que tus empleados se sientan felices contigo.

1.- Tener objetivos claros y alcanzables: Un objetivo debe ser S.M.A.R.T. (en inglés: específico, mesurable, alcanzable, realista y determinado temporalmente), sino no es un buen objetivo. Los trabajadores necesitan saber qué hacer, cómo hacerlo y cuándo es el mejor momento; es decir, tener un punto al que dirigirse, que les permita saber en todo momento en qué situación se encuentran y elimine su incertidumbre. Trabajar sin un objetivo es como conducir a oscuras: podemos hacerlo, pero el riesgo de accidente es alto. Y, por supuesto, a nadie le gusta tener accidentes.

2.- Ser parte del equipo: En el trabajo, como en la vida, ser parte de un equipo, sentirse parte íntegra de “algo” es esencial, aunque sólo fuese por aquello de “el todo es más fuerte que la suma de las partes”. Lograr una identidad con la tarea, el equipo y la empresa ayudará a dejar de lado experiencias negativas y, en consecuencia, a sobrellevar el trabajo con alegría.

3.- Tener jefes tóxicos: Según varios estudios, una de las principales causas del cambio de empleo es la relación con el superior. Sin lugar a dudas, un mal jefe puede matar la alegría de cualquiera. Con jefe tóxico me refiero tanto a personas con poca capacidad de liderazgo (para potenciar a los empleados, tener clara la misión, comunicador eficaz, etc.) como a aquellas personas que disfrutan humillando al trabajador, destacando sus errores en público y omitiendo sus logros. Si no puedes mejorar la relación con tu superior, quizá sea la ocasión de buscar un cambio. Todos tenemos posibilidad de elección. Y si tú eres el jefe tóxico, no te extrañes si tu personal se fuga.

4.- Un salario competitivo: Todos, al fin y al cabo, trabajamos por un sueldo. Tampoco nos confundamos, sueldo no tiene por qué implicar retribución económica únicamente. La nómina, flexibilidad horaria, tareas retadoras y motivantes, jornadas razonables (las opuestas a esas en las que tienes horas de entrada pero no de salida) y buen ambiente de trabajo son elementos esenciales para disfrutar de tu trabajo. Si eres directivo y decides pagar sueldos bajos y tener puestos de trabajo inflexibles, no esperes que tus empleados tengan implicación en tu proyecto. De hecho, si eres directivo y decides pagar sueldos bajos y tener puestos de trabajo inflexibles, da por supuesto que tus empleados te abandonarán a la mínima.

5.- Rodearse de gente feliz: Estar con gente positiva, agradecida y entusiasta contagia bienestar y transmiten esa energía tan necesaria para que el cada día sea placentero, reconfortante e, incluso, productivo. No lo digo yo, hay cientos de estudios psicológicos que lo confirman. Uno de estos, realizado por BMJ Group concluye que la felicidad de la gente depende, en gran medida, de la felicidad de las personas con quién se conecta, pudiendo ser inclusive, un fenómeno colectivo. Así pues, si quieres que en tu empresa reine la felicidad, dedícate a contratar personas proactivas y felices.

Hace años, tras la revolución industrial, la felicidad en el trabajo parecía una utopía, algo casi transparente sólo reservado para unoa pocos elegidos. Por suerte, los tiempos cambian y la felicidad laboral es, a día de hoy, uno de los inputs más exigidos al entrar en una nueva empresa. Quizá, con la crisis que nos ha azotado, este concepto se ha difuminado, pero, sin duda, será la clave para que las empresas, jóvenes y consolidadas, cumplan con sus objetivos. Más allá de para la retención del talento (tema del que hablaremos en un futuro), si eres empresario, te vendrá bien tener claros estos cinco consejos para que tus empleados se sientan felices contigo.1.- Tener objetivos claros y alcanzables.Un objetivo debe ser S.M.A.R.T. (en inglés: específico, mesurable, alcanzable, realista y determinado temporalmente), sino no es un buen objetivo. Los trabajadores necesitan saber qué hacer, cómo hacerlo y cuándo es el mejor momento; es decir, tener un punto al que dirigirse, que les permita saber en todo momento en qué situación se encuentran y elimine su incertidumbre. Trabajar sin un objetivo es como conducir a oscuras: podemos hacerlo, pero el riesgo de accidente es alto. Y, por supuesto, a nadie le gusta tener accidentes.2.- Ser parte del equipo.En el trabajo, como en la vida, ser parte de un equipo, sentirse parte íntegra de “algo” es esencial, aunque sólo fuese por aquello de “el todo es más fuerte que la suma de las partes”. Lograr una identidad con la tarea, el equipo y la empresa ayudará a dejar de lado experiencias negativas y, en consecuencia, a sobrellevar el trabajo con alegría.3.- Tener jefes tóxicos.Según varios estudios, una de las principales causas del cambio de empleo es la relación con el superior. Sin lugar a dudas, un mal jefe puede matar la alegría de cualquiera. Con jefe tóxico me refiero tanto a personas con poca capacidad de liderazgo (para potenciar a los empleados, tener clara la misión, comunicador eficaz, etc.) como a aquellas personas que disfrutan humillando al trabajador, destacando sus errores en público y omitiendo sus logros. Si no puedes mejorar la relación con tu superior, quizá sea la ocasión de buscar un cambio. Todos tenemos posibilidad de elección. Y si tú eres el jefe tóxico, no te extrañes si tu personal se fuga.4.- Un salario competitivo.Todos, al fin y al cabo, trabajamos por un sueldo. Tampoco nos confundamos, sueldo no tiene por qué implicar retribución económica únicamente. La nómina, flexibilidad horaria, tareas retadoras y motivantes, jornadas razonables (las opuestas a esas en las que tienes horas de entrada pero no de salida) y buen ambiente de trabajo son elementos esenciales para disfrutar de tu trabajo. Si eres directivo y decides pagar sueldos bajos y tener puestos de trabajo inflexibles, no esperes que tus empleados tengan implicación en tu proyecto. De hecho, si eres directivo y decides pagar sueldos bajos y tener puestos de trabajo inflexibles, da por supuesto que tus empleados te abandonarán a la mínima.5.- Rodearse de gente feliz.Estar con gente positiva, agradecida y entusiasta contagia bienestar y transmiten esa energía tan necesaria para que el cada día sea placentero, reconfortante e, incluso, productivo. No lo digo yo, hay cientos de estudios psicológicos que lo confirman. Uno de estos, realizado por BMJ Group concluye que la felicidad de la gente depende, en gran medida, de la felicidad de las personas con quién se conecta, pudiendo ser inclusive, un fenómeno colectivo. Así pues, si quieres que en tu empresa reine la felicidad, dedícate a contratar personas proactivas y felices.Hace años, tras la revolución industrial, la felicidad en el trabajo parecía una utopía, algo casi transparente sólo reservado para unoa pocos elegidos. Por suerte, los tiempos cambian y la felicidad laboral es, a día de hoy, uno de los inputs más exigidos al entrar en una nueva empresa. Quizá, con la crisis que nos ha
azotado, este concepto se ha difuminado, pero, sin duda, será la clave para que las empresas, jóvenes y consolidadas, cumplan con sus objetivos. Más allá de para la retención del talento (tema del que hablaremos en un futuro), si eres empresario, te vendrá bien tener claros estos cinco consejos para que tus empleados se sientan felices contigo.1.- Tener objetivos claros y alcanzables.Un objetivo debe ser S.M.A.R.T. (en inglés: específico, mesurable, alcanzable, realista y determinado temporalmente), sino no es un buen objetivo. Los trabajadores necesitan saber qué hacer, cómo hacerlo y cuándo es el mejor momento; es decir, tener un punto al que dirigirse, que les permita saber en todo momento en qué situación se encuentran y elimine su incertidumbre. Trabajar sin un objetivo es como conducir a oscuras: podemos hacerlo, pero el riesgo de accidente es alto. Y, por supuesto, a nadie le gusta tener accidentes.2.- Ser parte del equipo.En el trabajo, como en la vida, ser parte de un equipo, sentirse parte íntegra de “algo” es esencial, aunque sólo fuese por aquello de “el todo es más fuerte que la suma de las partes”. Lograr una identidad con la tarea, el equipo y la empresa ayudará a dejar de lado experiencias negativas y, en consecuencia, a sobrellevar el trabajo con alegría.3.- Tener jefes tóxicos.Según varios estudios, una de las principales causas del cambio de empleo es la relación con el superior. Sin lugar a dudas, un mal jefe puede matar la alegría de cualquiera. Con jefe tóxico me refiero tanto a personas con poca capacidad de liderazgo (para potenciar a los empleados, tener clara la misión, comunicador eficaz, etc.) como a aquellas personas que disfrutan humillando al trabajador, destacando sus errores en público y omitiendo sus logros. Si no puedes mejorar la relación con tu superior, quizá sea la ocasión de buscar un cambio. Todos tenemos posibilidad de elección. Y si tú eres el jefe tóxico, no te extrañes si tu personal se fuga.4.- Un salario competitivo.Todos, al fin y al cabo, trabajamos por un sueldo. Tampoco nos confundamos, sueldo no tiene por qué implicar retribución económica únicamente. La nómina, flexibilidad horaria, tareas retadoras y motivantes, jornadas razonables (las opuestas a esas en las que tienes horas de entrada pero no de salida) y buen ambiente de trabajo son elementos esenciales para disfrutar de tu trabajo. Si eres directivo y decides pagar sueldos bajos y tener puestos de trabajo inflexibles, no esperes que tus empleados tengan implicación en tu proyecto. De hecho, si eres directivo y decides pagar sueldos bajos y tener puestos de trabajo inflexibles, da por supuesto que tus empleados te abandonarán a la mínima.5.- Rodearse de gente feliz.Estar con gente positiva, agradecida y entusiasta contagia bienestar y transmiten esa energía tan necesaria para que el cada día sea placentero, reconfortante e, incluso, productivo. No lo digo yo, hay cientos de estudios psicológicos que lo confirman. Uno de estos, realizado por BMJ Group concluye que la felicidad de la gente depende, en gran medida, de la felicidad de las personas con quién se conecta, pudiendo ser inclusive, un fenómeno colectivo. Así pues, si quieres que en tu empresa reine la felicidad, dedícate a contratar personas proactivas y felices.

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