
La 4ª Revolución Industrial y el empleo ¿Estamos preparados?
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La falta de trabajo es desde hace unos años, la principal preocupación de los españoles según los barómetros realizados por el CIS. La crisis económica ha sido la principal culpable de ello, provocando que la destrucción de empleo sea lamentablemente parte de nuestro menú diario. Siendo o no cierto que el panorama laboral ahora esté mejorando, ya está planeando sobre nosotros una nueva realidad que hará preocuparnos de nuevo sobre el empleo en el futuro. Esta vez la palanca es La Cuarta Revolución Industrial.
El boom en las innovaciones tecnológicas, la rapidez en la evolución y el gran impacto de las tecnologías en ámbitos físicos, digitales y biológicos ya están transformando de forma considerable a la humanidad. La tercera revolución industrial (la revolución digital iniciada en los años 60-70) fue la base de creación de esta nueva etapa de la que aún nadie se atreve a predecir su alcance. El imparable progreso de la robótica, la nanotecnología, la realidad virtual, la impresión 3D, el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial y la biología avanzada están cambiando (y cambiarán) las ciudades, la forma de relacionarnos, los hábitos de consumo, el ámbito de la salud… y también la idea actual de trabajo.
El primer gran efecto que ya estamos notando es la creciente automatización del flujo de trabajo. Esta gran disrupción que ya está alterando nuestro trabajo (con beneficios, no todo es malo) nos hace pensar en un futuro donde el mundo estará prácticamente dominado por la tecnología ¿cómo va afectarnos de verdad todo esto?
Muchas alarmas ya han saltado debido a los malos pronósticos en cuanto a destrucción de empleo. Según Caixa Bank Research, hasta un 43% de los puestos de trabajo actuales en España corren un alto grado de desaparecer. Muchos medios se han hecho eco de esto mismo y parece que cierto pánico se está instalando en la sociedad, considerando a la tecnología como un enemigo y viendo con nostalgia los tiempos pasados.
Y no podemos pensar así, al menos no totalmente. Muchos puestos desaparecerán, pero otros muchos se crearán. Los trabajos que perduren estarán obligados a la reinvención pues en realidad la tecnología no nos suplantará, será la herramienta que nos ayudará a cambiar. La clave no es la destrucción o creación de empleo, lo que cambiará será la naturaleza del trabajo más que la cantidad de trabajo en sí.
Eso mismo sucedió en las anteriores revoluciones. En la Primera Revolución Industrial, la gente tuvo que emigrar a las ciudades para trabajar. En la Segunda, la electricidad, la producción a gran escala o los cambios en el transporte y en las comunicaciones propiciaron nuevos puestos de trabajo y nuevas clases sociales. En la tercera los procesos de trabajo comenzaron a automatizarse
¿Qué debemos hacer entonces para no perdernos en esta nueva disrupción?
LA EDUCACIÓN Y LAS HABILIDADES PERSONALES SON LA CLAVE
Un sistema educativo como el que tenemos hoy en día quedará totalmente obsoleto dentro de muy poco. La tecnología en esta cuarta revolución se caracteriza por su desarrollo en tiempos cada vez más pequeños, en unos años lo más normal será formar a niños para empleos que aún no existan en ese momento. Esto requiere una gran reformulación de los sistemas educativos a nivel mundial que no solamente abarcarán los estudios hasta la Universidad, sino durante toda la vida: el reciclaje y auto aprendizaje de los trabajadores será vital para todos, para los propios trabajadores, para las empresas y para la economía global.
Y por supuesto, estudiar no será lo único necesario, también será un factor importante desarrollar habilidades tan básicas como la empatía o la cooperación. Es cierto que la mayoría de los nuevos empleos irán enfocados en la especialización de la informática, las matemáticas, la arquitectura o la ingeniería, pero solo aquellos que consigan un buen equilibrio entre conocimientos y habilidades personales tendrán las mejores oportunidades. Aquellos trabajadores especializados solamente en una disciplina (matemáticas, por ejemplo) sufrirán la automatización de su trabajo.
David Deming, profesor asociado de Educación y Economía en Harvard, realizó un mapa con las necesidades de cada empleo e identificó las habilidades clave para poder prosperar en el futuro.
La cuestión está clara, el sistema está cambiando y nosotros necesitamos cambiar con él, pero ahora la pregunta es ¿cuándo lo haremos?
Cuanto más tiempo tardemos en reaccionar, peor.
Fuentes: World Economic Forum
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Lack of employment is from a couple of years ago, the main concern for the Spanish according to the barometer CIS. The economic crises are the one to blame, causing employment destruction as part of our daily menu. Even if it is true or not the employment panorama is improving, there is a new reality concerning future employment. This time the level is the 4th Industrial Revolution.
The technological innovations are the boom, the quickness in evolution and the impact of technologies in physical ranges, digitals, and biologicals are transforming in this appreciable humanity way. The third industrial revolution (digital revolution beginning in 60-70 years) was the creation of a new stage where no one is willing to risk anything. The unstoppable progress comes from robotics, nanotechnology, virtual reality, 3D impression, things on the Internet, artificial intelligence and advanced biology are changing (and continue to) cities, the way we relate to others, custom habits, the health range….and the actual idea of work.
The first effect that we are noticing is employment growth. This disturbance is altering our job position (with benefits, not everything is a disadvantage) this makes us think in our future and because everyone will be dominated by technology, but how is this really going to affect us?
Several warnings have predicted this terrible employment destruction. According to Caixa Bank Research, 43% of jobs in Spain risk becoming non-existent. It seems as if there is a slight bit of panic in the society since technology is our enemy and remembering nostalgic moments from the past.
We cannot think like this, not completely. A lot of job positions will disappear, but there will still be other jobs. Jobs that will last are obligated to reinvent since technology will not impersonate them, actually it will be the tool that will help them make a change. The key is not destroying or reinventing jobs, what changes is part of the employment process.
This happened in the in the other revolutions. In the first industrial revolution, people had to emigrate to find job opportunities in different cities. In the second, electricity, production or transportation changes and even in communication sectors supplied new job positions and new social classes. In the third, the job process became more automatic.
What should we do so we do not go through this disturbance again?
Education and personal skills are key
An education system like the one we have today is completely outdated. In the fourth revolution, technology is characterized by developing over time, in the future, it will be normal for children to work even though this idea does not exist for the moment. This requires a reformulation about education systems at a global level, not only does this include a university degree, but for the rest of your life: recycling and self-learning is important to all of us, even for the own employers, for businesses and for the global economy.
Of course, studying is not the only thing necessary, other important factors such as developing basic skills such as empathy and cooperation. It is certain jobs will focus specializing on computer, mathematics, architecture or engineering, but the few people who can keep this balance and have personal skills will have the best opportunities. Those employers specialized in discipline (for example, math) will suffer automation from their work.
David Deming, a professor associated in Education and Economy in Harvard, carried out a map necessary for every job position and identified key skills to prosper in the future.
The situation is clear, the system is changing and we need to change as well, but now the question is, when will we make this change?
If we delay our actions, it will be worse
Reference: World Economic Forum
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