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El cerebro directivo 2.0

Tradicionalmente, se ha visto al directivo como a aquel que lo da todo por su trabajo, haciendo de éste el centro de su vida las 24 horas del día. Viajes interminables, jornadas de trabajo maratonianas y casi un desprecio por la vida familiar, algo muy valorado a nivel socio-laboral. Pegado a un traje y una corbata, el directivo clásico tenía que darlo (y, casi, dejarlo) todo por su trabajo.

Recientes estudios han demostrado que esta obsesión enfermiza por el trabajo y la empresa, a medio plazo, pasa factura a todos los niveles, incluido el laboral. Por suerte, se nos dan siete claves para el alto rendimiento del directivo 2.0, siete actividades que nuestro cerebro necesita (y debería) hacer a diario para un funcionamiento óptimo. Veamos cuáles son:

1. Sleep Time 

Descansar cuerpo y mente para consolidar lo aprendido. Según diversos estudiosos, entre los que destaca el dr. Estivill, la sociedad sufre de privación crónica del sueño. Dormimos de media entre 5 y 6,5 horas diarias en vez de las 8 recomendables y, como consecuencia, el cuerpo y la mente se encuentran más fatigados durante el día. Estamos más irritables, nos falla la capacidad de concentración y, por ello, nuestro rendimiento laboral es más bajo.

2. Focus Time 

Tener la capacidad de concentrarnos, permanecer concentrados y “re-concentrarnos” de forma eficiente y eficaz. Centrarnos en las tareas que más nos gusten, más nos motiven y sean más importantes para el éxito de nuestro objetivo, sea cual sea. El estar “a mil cosas”, la necesidad de supervisar y aprobarlo todo, el multitasking (asumir varias tareas a la vez) conlleva el peligro de descentrarnos, distraernos y alejarnos del alto rendimiento.

3. Time in

 La capacidad de estar presentes en cada instante. Popularizado en el ámbito empresarial como mindfulness, esta clave se refiere al arte milenaria de meditar para lograr la capacidad total de atención a pensamientos y emociones, sin juzgarlos. Es, justamente, lo opuesto al popular refrán “irse por los cerros de Úbeda”. Si logramos poner nuestra atención en el aquí y ahora permanentemente, sólo observando qué nos pasa sin juzgar, lograremos focalizar (clave número 2) mucho mejor y, por ende, tener un rendimiento mucho más elevado.

4. Play Time

Sí, jugar y pasárselo bien, experimentar con la vida y descubrir nuevas cosas que nos hagan felices. El cerebro se relaja y las reacciones bio-químicas de la risa en nuestro organismo tienen unos efectos positivos más que demostrados. Sin ir más lejos, la risoterapia impartida en empresas ha demostrado sus efectos en la productividad de los que la recibieron.

5. Down Time

No se trata de centrarnos en un hobby (que lo englobaríamos en el punto 2) o hacer ejercicio físico (punto 6), sino en la capacidad de no hacer nada que tenga un objetivo concreto. Se trata, simple y complejamente, de dejarse llevar, ser espontaneo y hacer lo que nos apetece porque sí. ¿Lo mejor de esta clave? Que la puedes practicar donde sea y cuando sea, incluso entre otras dos claves.

6. Physical Time 

A través de una dieta equilibrada y ejercicio físico habitual, nuestro cerebro mejorará su plasticidad y salud. Los beneficios del ejercicio en la salud física están más que demostrados, pero su impacto positivo y significativo en el cerebro, el estrés e incluso en el proceso de asentamiento de lo aprendido no está lo suficientemente valorado.

7. Connecting Time 

Socializarnos y establecer relaciones interpersonales fuertes, honestas y duraderas. Así combatimos el estrés y enfermedades relacionadas (depresión, ansiedad…), ganamos seguridad y logramos la estabilidad emocional tan necesaria. Recuerdo al director de una importante empresa de electrodomésticos explicar que cada día comía con personas de su empresa de “todos los rangos” para conocerlos mejor, saber qué les motivaba y ayudarlos en lo que pudiera. Tenía claro que, al final, su bienestar daría rendimientos en la empresa.

Así pues, tenemos ya las claves para vivir una vida feliz, rica y plena. ¿Seremos capaces?

Tradicionalmente, se ha visto al directivo como a aquel que lo da todo por su trabajo, haciendo de éste el centro de su vida las 24 horas del día. Viajes interminables, jornadas de trabajo maratonianas y casi un desprecio por la vida familiar, algo muy valorado a nivel socio-laboral. Pegado a un traje y una corbata, el directivo clásico tenía que darlo (y, casi, dejarlo) todo por su trabajo.Recientes estudios han demostrado que esta obsesión enfermiza por el trabajo y la empresa, a medio plazo, pasa factura a todos los niveles, incluido el laboral. Por suerte, se nos dan siete claves para el alto rendimiento del directivo 2.0, siete actividades que nuestro cerebro necesita (y debería) hacer a diario para un funcionamiento óptimo. Veamos cuáles son:1.- Sleep Time: descansar cuerpo y mente para consolidar lo aprendido. Según diversos estudiosos, entre los que destaca el dr. Estivill, la sociedad sufre de privación crónica del sueño. Dormimos de media entre 5 y 6,5 horas diarias en vez de las 8 recomendables y, como consecuencia, el cuerpo y la mente se encuentran más fatigados durante el día. Estamos más irritables, nos falla la capacidad de concentración y, por ello, nuestro rendimiento laboral es más bajo.2.- Focus Time: tener la capacidad de concentrarnos, permanecer concentrados y “re-concentrarnos” de forma eficiente y eficaz. Centrarnos en las tareas que más nos gusten, más nos motiven y sean más importantes para el éxito de nuestro objetivo, sea cual sea. El estar “a mil cosas”, la necesidad de supervisar y aprobarlo todo, el multitasking (asumir varias tareas a la vez) conlleva el peligro de descentrarnos, distraernos y alejarnos del alto rendimiento.3.- Time in: la capacidad de estar presentes en cada instante. Popularizado en el ámbito empresarial como mindfulness, esta clave se refiere al arte milenaria de meditar para lograr la capacidad total de atención a pensamientos y emociones, sin juzgarlos. Es, justamente, lo opuesto al popular refrán “irse por los cerros de Úbeda”. Si logramos poner nuestra atención en el aquí y ahora permanentemente, sólo observando qué nos pasa sin juzgar, lograremos focalizar (clave número 2) mucho mejor y, por ende, tener un rendimiento mucho más elevado. 4.- Play Time: sí, jugar y pasárselo bien, experimentar con la vida y descubrir nuevas cosas que nos hagan felices. El cerebro se relaja y las reacciones bio-químicas de la risa en nuestro organismo tienen unos efectos positivos más que demostrados. Sin ir más lejos, la risoterapia impartida en empresas ha demostrado sus efectos en la productividad de los que la recibieron.5.- Down Time: No se trata de centrarnos en un hobby (que lo englobaríamos en el punto 2) o hacer ejercicio físico (punto 6), sino en la capacidad de no hacer nada que tenga un objetivo concreto. Se trata, simple y complejamente, de dejarse llevar, ser espontaneo y hacer lo que nos apetece porque sí. ¿Lo mejor de esta clave? Que la puedes practicar donde sea y cuando sea, incluso entre otras dos claves.6.- Physical Time: a través de una dieta equilibrada y ejercicio físico habitual, nuestro cerebro me
jorará su plasticidad y salud. Los beneficios del ejercicio en la salud física están más que demostrados, pero su impacto positivo y significativo en el cerebro, el estrés e incluso en el proceso de asentamiento de lo aprendido no está lo suficientemente valorado.7.- Connecting Time: socializarnos y establecer relaciones interpersonales fuertes, honestas y duraderas. Así combatimos el estrés y enfermedades relacionadas (depresión, ansiedad…), ganamos seguridad y logramos la estabilidad emocional tan necesaria. Recuerdo al director de una importante empresa de electrodomésticos explicar que cada día comía con personas de su empresa de “todos los rangos” para conocerlos mejor, saber qué les motivaba y ayudarlos en lo que pudiera. Tenía claro que, al final, su bienestar daría rendimientos en la empresa.Así pues, tenemos ya las claves para vivir una vida feliz, rica y plena. ¿Seremos capaces?Tradicionalmente, se ha visto al directivo como a aquel que lo da todo por su trabajo, haciendo de éste el centro de su vida las 24 horas del día. Viajes interminables, jornadas de trabajo maratonianas y casi un desprecio por la vida familiar, algo muy valorado a nivel socio-laboral. Pegado a un traje y una corbata, el directivo clásico tenía que darlo (y, casi, dejarlo) todo por su trabajo.Recientes estudios han demostrado que esta obsesión enfermiza por el trabajo y la empresa, a medio plazo, pasa factura a todos los niveles, incluido el laboral. Por suerte, se nos dan siete claves para el alto rendimiento del directivo 2.0, siete actividades que nuestro cerebro necesita (y debería) hacer a diario para un funcionamiento óptimo. Veamos cuáles son:1.- Sleep Time: descansar cuerpo y mente para consolidar lo aprendido. Según diversos estudiosos, entre los que destaca el dr. Estivill, la sociedad sufre de privación crónica del sueño. Dormimos de media entre 5 y 6,5 horas diarias en vez de las 8 recomendables y, como consecuencia, el cuerpo y la mente se encuentran más fatigados durante el día. Estamos más irritables, nos falla la capacidad de concentración y, por ello, nuestro rendimiento laboral es más bajo.2.- Focus Time: tener la capacidad de concentrarnos, permanecer concentrados y “re-concentrarnos” de forma eficiente y eficaz. Centrarnos en las tareas que más nos gusten, más nos motiven y sean más importantes para el éxito de nuestro objetivo, sea cual sea. El estar “a mil cosas”, la necesidad de supervisar y aprobarlo todo, el multitasking (asumir varias tareas a la vez) conlleva el peligro de descentrarnos, distraernos y alejarnos del alto rendimiento.3.- Time in: la capacidad de estar presentes en cada instante. Popularizado en el ámbito empresarial como mindfulness, esta clave se refiere al arte milenaria de meditar para lograr la capacidad total de atención a pensamientos y emociones, sin juzgarlos. Es, justamente, lo opuesto al popular refrán “irse por los cerros de Úbeda”. Si logramos poner nuestra atención en el aquí y ahora permanentemente, sólo observando qué nos pasa sin juzgar, lograremos focalizar (clave número 2) mucho mejor y, por ende, tener un rendimiento mucho más elevado. 4.- Play Time: sí, jugar y pasárselo bien, experimentar con la vida y descubrir nuevas cosas que nos hagan felices. El cerebro se relaja y las reacciones bio-químicas de la risa en nuestro organismo tienen unos efectos positivos más que demostrados. Sin ir más lejos, la risoterapia impartida en empresas ha demostrado sus efectos en la productividad de los que la recibieron.5.- Down Time: No se trata de centrarnos en un hobby (que lo englobaríamos en el punto 2) o hacer ejercicio físico (punto 6), sino en la capacidad de no hacer nada que tenga un objetivo concreto. Se trata, simple y complejamente, de dejarse llevar, ser espontaneo y hacer lo que nos apetece porque sí. ¿Lo mejor de esta clave? Que la puedes practicar donde sea y cuando sea, incluso entre otras dos claves.6.- Physical Time: a través de una dieta equilibrada y ejercicio físico habitual, nuestro cerebro mejorará su plasticidad y salud. Los beneficios del ejercicio en la salud física están más que demostrados, pero su impacto positivo y significativo en el cerebro, el estrés e incluso en el proceso de asentamiento de lo aprendido no está lo suficientemente valorado.7.- Connecting Time: socializarnos y establecer relaciones interpersonales fuertes, honestas y duraderas. Así combatimos el estrés y enfermedades relacionadas (depresión, ansiedad…), ganamos seguridad y logramos la estabilidad emocional tan necesaria. Recuerdo al director de una importante empresa de electrodomésticos explicar que cada día comía con personas de su empresa de “todos los rangos” para conocerlos mejor, saber qué les motivaba y ayudarlos en lo que pudiera. Tenía claro que, al final, su bienestar daría rendimientos en la empresa.Así pues, tenemos ya las claves para vivir una vida feliz, rica y plena. ¿Seremos capaces?