
Conexión sobre ruedas
El sueño de todo amante de los coches podría estar cerca de cumplirse. ¿Qué de qué sueño estamos hablando? Pues el de hablar con nuestro vehículo y que éste tome decisiones de forma autónoma, ¡por supuesto!
Cuando Glen A. Larson creó ‘The Knight Rider’, serie conocida como ‘El coche fantástico’ en España, allá en los años 80, nos dejó a todos con la miel en los labios. KITT, el coche autónomo coprotagonista de la serie junto a Michael Knight, hablaba, conducía sólo, luchaba contra los malos con multitud de armas y recursos escondidos, y hasta parecía tener sentimientos. Desde ese momento, todos deseamos poner un KITT en nuestras vidas. Hasta ahora hemos tenido que conformarnos con nuestros vehículos que, lejos de parecerse al de la serie, lo máximo que podían aportarnos era una conexión bluetooth.
Pero ahora la tecnología aplicada a la automoción evoluciona a pasos agigantados y lo que antes parecía cosa de ficción, ya se aplica a los nuevos modelos disponibles en nuestro país.
Por un lado, está la tecnología que podemos disfrutar dentro del coche. Sistemas como el Ford SYNC o el R-Link de Renault, nos permiten conectar nuestro smartphone al vehículo y, mediante control por voz, podemos gestionar llamadas, leer mensajes en voz alta, seleccionar la música que queremos escuchar… Además de prácticos, estos sistemas nos conectan con el mundo, pudiendo consultar el GPS o información de interés en nuestra ruta a solo un clic en la pantalla táctil de nuestro coche. Y por si esto fuese poco, también pueden detectar cuando hemos sufrido un accidente (mediante el accionamiento del airbag) y, a través de nuestro terminal, llaman a los servicios de emergencias y les proporcionan nuestra ubicación.
Por otro lado, los avances en cuanto a la comunicación entre coches también os dejarán sorprendidos. Porque en un futuro cercano los vehículos se comunicarán entre ellos para evitar accidentes. A esta tecnología se la llama comunicación vehicle to vehicle (V2V) y en Estados Unidos las pruebas en escenarios reales ya están dando grandes resultados.
Por último, no podemos olvidarnos de lo muy avanzados que están los tests con vehículos autónomos que varias empresas y marcas están llevando a cabo en carretera. Google, Audi o Mercedes son algunos ejemplos de firmas que han apostado muy fuerte por la conducción autónoma tripulada, es decir, un escenario donde el vehículo circula solo, con la necesidad o no de nuestra presencia en caso de tener que tomar el control del volante. En este sentido, la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA) ha establecido tres tipos de vehículos autónomos, en función de su independencia con el conductor. Los semiautomatizados, aquellos que necesitan un control permanente por parte del usuario. Éste, no puede dedicarse a nada más que al control del vehículo. Luego están los altamente automatizados, que son capaces de circular sin la supervisión constante del conductor pero que pueden devolver los mandos al usuario en caso de ser necesario. Y, finalmente, los completamente automatizados, donde el conductor pasa a ser un mero espectador en el trayecto.
Todos estos avances de los que os hablamos nos acercan un poco más a ese escenario utópico donde el hombre puede disfrutar de la conducción de su vehículo desde otra perspectiva. Por supuesto, nadie aspira a combatir el mal desde el volante, pero seguro que a todos nos apetecería encarar un atasco sin tener que estar pendiente de los mandos de nuestro coche.