
Vivimos en el siglo de las tecnologías. Todos los días y a todas horas vemos gente pegada a su móvil, a la Tablet, conectados a Internet 24 horas.
Por ello se nos hace difícil imaginar un día en el que no hayamos sacado una foto, mandado un WhatsApp o actualizado nuestro perfil de Facebook. Es difícil desconectar de un mundo en el que se publican millones de actualizaciones por segundo. De hecho, al cabo del día se suben más de 80 millones de fotos a Instagram al día.
¿Cuál ha sido la evolución de la figura del fotógrafo en los últimos años?
Nos hemos vuelto adictos a sacar fotos a todo y todos: #instafood, #selfies o fotos en el gimnasio. Queremos que se sepa qué hacemos, comemos o con quien quedamos en todo momento y claro, no podían faltar las fotos en grandes eventos como son las bodas. Hace 10 años, el fotógrafo era muy importante en un momento de tu vida como este por lo que no dudabas en contratar sus servicios. Sin embargo, desde que los smartphones y otros dispositivos han evolucionado sus cámaras y todo el mundo dispone de uno, el trabajo de este profesional se ha visto enturbiado por esos invitados que buscan captar la mejor instantánea del momento.
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Estas personas se dedican a capturar esos momentos para subirlos a las redes sociales y dejar su huella al momento y de paso – todo hay que decirlo – ganar algún follower. Los invitados quieren captar la salida de la novia, el beso, el lanzamiento de arroz, el del ramo, el baile, etc, etc… Somos esclavos del directo. De ahí nacen las #InstaBodas.
Aplicaciones derivadas del movimiento #Instaboda
Aprovechando este tirón social, se creó por ejemplo, la app INSTABODA que ofrece –entre otras cosas- fotos de los novios en tiempo real o el libro de firmas. O la web Bodas.net que pone a tus pies su propia plataforma llamada Weddshoots en la que mediante un código que le das a tus invitados puedes ver las fotos que van subiendo de tu enlace. Según Ana Poyo, redactora de moda y actualidad en Vogue.es, una #Instaboda se puede definir como “el enlace nupcial que es carne de Instagram; 0% natural y 100% procesado”.
De todos modos, Instagram también ha servido de trampolín para profesionales del sector fotográfico que quieran darse a conocer.
Y es que la transformación digital que estamos viviendo está provocando cambios en otros elementos nupciales: Por ejemplo, una de las aplicaciones surgidas es Wedding Reality que permite a la novia diseñar su vestido y probárselo.
Esto nos revela un dato más que significativo según un estudio de The Knot de este año: en una encuesta realizada entre más de 18.000 novias y novios, el 89% de las parejas utilizan sus smartphones para planear su boda.
Ahora bien, después de saber que poco a poco nos vamos convirtiendo en un producto elaborado por nuestras propias redes sociales, las preguntas son: ¿sois partidarios de ello? ¿Hasta qué límite puede llegar nuestro amor por el #instantshare?
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